domingo, 21 de enero de 2007

los juegos deportivos , el enfoque comprensivo (TGfU) aplicado la iniciación deportiva (I)

  1. El deporte es uno de los grandes fenómenos sociales de este siglo y se ha convertido en uno de los contenidos más utilizados en Educación Física, sin embargo, el tratamiento que tradicionalmente le hemos dado, ha hecho dudar sobre su valor educativo. En la presente reflexión abordaremos las siguentes cuestiones
  • ¿qué tipo de deporte y qué valores transmitimos desde la EF?,



  • ¿qué aspectos deberíamos tener en cuenta los maestros para que el deporte sea verdaderamente educativo?,
  • ¿qué metodología es la más adecuada para su enseñanza?.

    2.- CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DEL DEPORTE

    2.1. Concepto de deporte

    Más que una lista interminable de definiciones de diferentes autores, realizaremos una aproximación conceptual teniendo en cuenta aquellos criterios que diferencian al deporte de otras prácticas lúdicas. Siguiendo a Blázquez en su libro La iniciación deportiva y el deporte escolar Ed. Inde, 1998, dichos criterios son los siguientes:

    · Actividad Física.
    · Actividad reglamentada.
    · Actividad institucionalizada.
    · Competición.

    Sin embargo, Blázquez habla también de un deporte más orientado al disfrute y a la recreación, lejano de la reglamentación, la competición y la institucionalización. Por tanto podemos encontrar definiciones como la de Parlebás (1988) “situación motriz de competición, institucionalizada” o como la de J.M. Cagigal (1979) “diversión liberal, desinteresada, expansión del espíritu y del cuerpo…por medio de ejercicio físicos, más o menos sometidos a reglas”.

    2.2 Clasificación de los deportes

    Establecer una adecuada clasificación de los deportes nos proporcionará cierto orden así como comprender mejor el fenómeno que estudiamos. Existen infinidad de clasificaciones que atienden a muy diferentes criterios. Nosotros vamos a seleccionar aquellos, que desde un punto de vista pedagógico nos interesan más. Son las siguientes

    a) Clasificación utilizada por el MEC en el currículo de Primaria:

    · Deportes Individuales
    · Deportes Colectivos
    · Deportes de adversarios

    b) Clasificación basada en la estructura de los deportes.

    Esta clasificación es debida a Parlebás (1988). Para este autor, cualquier “situación motriz” es un sistema de interacción global entre un individuo que se mueve, el entorno físico en que lo hace y los otros participantes. Estos elementos en relación al factor Incertidumbre, propician esta clasificación en función de si esta incertidumbre está presente o no. Existen 3 grandes categorías:

    - (I) Incertidumbre del participante con el medio exterior o entorno físico.
    - (C) Incertidumbre en la interacción con el compañero o la comunicación motriz.
    - (A) Incertidumbre en la interacción con el adversario o la contracomunicación motriz.

    De ellas se derivan 8 subcategorías, en función de la existencia o no de la incertidumbre en uno o varios de los elementos considerados.
    De acuerdo con esta clasificación podemos diferenciar dos grandes grupos: los deportes psicomotrices y los deporte sociomotrices. Los primeros se caracterizan porque la actividad la realiza un solo individuo, mientras que en los segundos podemos hablar de deportes de cooperación, de oposición y de cooperación-oposición.

    c) El factor comprensivo como criterio para una clasificación de los juegos deportivos

    Como veremos más adelante, apostaremos por un enfoque comprensivo en la enseñanza de los juegos deportivos. A tal fin, Thorpe, Bunker y Almond, 1986 (citados por Devís y Peiró en 1992) agrupan los juegos deportivos en cinco categorías distintas, de manera que cada una de ellas tiene una lógica similar deducida de sus intenciones básicas:

    · Juegos deportivos de blanco y diana
    · Juegos deportivos de campo y bate
    · Juegos deportivos de cancha dividida
    · Juegos deportivos de muro
    · Juegos deportivos de invasión

    3.- EL DEPORTE EDUCATIVO

    3.1 Origen del deporte. Consideraciones generales

    El deporte, tal y como lo entendemos en la actualidad, siguiendo a Barbero González (Rva. Interuniversitaria de Formación del profesorado nº 15, 1992), tiene su origen en las Public Schools, lugar en el que las clases dirigentes del siglo XIX de Gran Bretaña educaban a sus hijos, tomando en el currículo una importante carga formativa, bajo la creencia de que proporcionaba a los estudiantes una formación moral como miembros de la sociedad.
    El supuesto valor educativo del deporte, a pesar de las críticas de las últimas décadas, persiste en la actualidad. Sin embargo, si analizamos brevemente el deporte de forma global como fenómeno social, vemos que esto es muy discutible.
    Ya desde sus inicios, como afirma Barbero González (1992) las instituciones hicieron uso del deporte con fines productivos (trabajadores más sanos trabajan mejor), políticos (cuando el pueblo está entretenido olvida sus problemas) e incluso militares (soldados más robustos).

    Esto poco ha cambiado en la actualidad. Siguiendo a Contreras en su libro Iniciación Deportiva Ed. Síntesis de 2001, el deporte se encuentra en el centro de un triángulo, cuyos tres vértices son:

    · Intereses económicos
    · Intereses políticos
    · Medios de comunicación de masas

    Además, son muchos los contravalores que aparecen en el deporte y que nosotros, como maestros, podemos estar transmitiendo al reproducir en nuestras sesiones el modelo de deporte que la sociedad fomenta. Tal y como establece Barbero González en 1993 en la Introducción del libro Materiales de Sociología del deporte. Brohm (coord.) Ed. La Piqueta, el deporte es elitista (existen deportes para clases adineradas: golf, vela, esquí, etc., y deportes para el pueblo: fútbol, rugby, etc.), es sexista (aún en la actualidad el reglamento de muchos deportes no permite las competiciones mixtas en determinadas categorías. También existen deportes para hombres: fútbol, halterofilia, y para mujeres: gimnasia, etc.) e incluso racista (recordemos los recientes insultos a jugadores de color en algunos estadios deportivos).

    Por tanto, aunque tal y como afirma Gutiérrez Sanmartín (1995) “debemos reconocer el deporte como un contexto de alto potencial educativo”, en su libro Valores sociales y deporte. La AF y el deporte como transmisores de valores sociales personales. Ed. Gymnos, hemos de tener en cuenta que el deporte no es educativo de por sí, siguiendo a Contreras (2001), “es necesario que el docente oriente el proceso de enseñanza en ese sentido”.

    Veamos en el epígrafe siguiente, cómo podemos conseguir dicha orientación educativa del deporte.

    3.2 Enfoque educativo del deporte

    Llegados a este punto, si reflexionamos sobre lo que entendemos por educación deportiva, veremos que se ha venido centrando tradicionalmente en la enseñanza de las normas técnico-tácticas básicas deportivas. Esto es erróneo, ya que como plantea Velázquez Buendía en 2004 en el capítulo Enseñanza deportiva y educación en Didáctica de la EF. Una perspectiva crítica y transversal. A. Fraile (coord.). Ed Biblioteca Nueva, “la educación deportiva no debe centrarse únicamente en plantear actividades formativas de mejora de la motricidad, aún cuando se haga desde un enfoque cognitivo y constructivista, sino que también, y de forma integrada, debe alumbrar las vías para conseguir el desarrollo moral, la adquisición de valores y actitudes y un mayor grado de autonomía de los alumnos/as”.
    Para Contreras (2001), trabajar el deporte dentro de este marco educativo, supone el desarrollo del alumno/a en los ámbitos intelectual, motriz y moral, consiguiendo objetivos como: analizar y reflexionar de forma crítica el hecho deportivo, interpretar y valorar las situaciones nuevas respondiendo de forma creativa y desarrollar una actitud de esfuerzo y de superación de sí mismo, entre otros. Siguiendo con Contreras (2001), para conseguir lo anterior “… es necesario el conocimiento y la aplicación de enfoques didácticos coherentes con los objetivos educativos que se pretenden alcanzar”.

    A continuación, citamos brevemente algunos aspectos metodológicos básicos a tener en cuenta hacia la consecución de un deporte educativo.

    3.3 Consideraciones metodológicas generales para orientar nuestra acción hacia un deporte educativo

    En este sentido nos es de gran utilidad la utilización de una pedagogía crítica, la cual, según Beatriz Muros en Revista Tándem. Didáctica de le EF: Estrategias Docentes. Nº 20 Enero 2006, está “caracterizada por la búsqueda de la emancipación humana y la transformación social, luchando contra todo tipo de injusticias sociales”. Siguiendo con la mencionada autora “es necesario plantear cuestiones morales en EF relacionadas con los problemas sociales”. Debemos promover un proceso constante de reflexión sobre la acción. Como posibles métodos para llevar a cabo esta pedagogía destacamos:

    · El diálogo
    · La reflexión
    · Lecturas críticas
    · Autoevaluación

    Concretamente, y siguiendo las indicaciones que establece Blázquez (1998), las características que debe tener el deporte para ser educativo son:

    · No debe ser discriminatorio
    · Favorecer las experiencias vividas
    · Contribuir al desarrollo de la personalidad
    · Proporcionar satisfacción
    · Trasmitir valores: respeto a las reglas, aceptación de sus posibilidades y retos de autosuperación, etc.
    · Debe ser un medio no un fin
    · Asumir compromisos sociales
    · No debe ser la imagen del deporte de alto nivel en pequeñito

    Para finalizar este apartado debemos recordar que los maestros debemos realizar una constante autocrítica, examinado nuestras propias acciones e intentando evitar reproducir ciertas prácticas, no siendo por tanto coherentes con los aspectos anteriores.

    3.4. Enseñanza de los deportes: Métodos Tradicionales y Métodos Activos

    Siguiendo a Blázquez (1998), podemos agrupas los métodos de enseñanza de los deportes en dos grandes grupos: los métodos tradicionales y los activos. Los primeros tienen como principal preocupación la enseñanza de la técnica, descomponiéndola en gamas de ejercicios para facilitar su aprendizaje, sin embargo, esto se realiza en situaciones aisladas fuera de la situación global de juego, lo cual, imposibilita al niño conectar dichas habilidades con situaciones reales. Estos métodos no consideran al niño como el elemento más importante del proceso.
    Por otro lado, los métodos activos no consideran el deporte como una suma de técnicas sino como un conjunto de relaciones dando una gran importancia a la táctica. Además, se centran en el niño, reclamando su iniciativa, imaginación y reflexión.
    Si pensamos de qué modo nos enseñaron a nosotros los deportes en nuestros años de escolares o incluso en cómo los enseñamos nosotros ahora cómo maestros, probablemente en la mayoría de los casos reconozcamos más los métodos tradicionales. Esto es debido a que, tal y como afirman Devís y Peiró (1992) en su libro Nuevas perspectivas curriculares en EF: La salud y los juegos modificados. Devís y Peiró Ed. Inde, “la enseñanza de los juegos deportivos ha avanzado muy poco en las últimas décadas”.
    Además, los métodos tradicionales no tienen en cuenta factores de los juegos deportivos como son la complejidad, la adaptabilidad y la incertidumbre, así como la capacidad de los alumnos para responder a situaciones nuevas, a reflexionar sobre la acción y la toma de decisiones. Por si no fuera poco, con este tipo de metodología, sólo disfrutarán de las clases de EF aquellos más habilidosos y capacitados, ya que el éxito se centra en el resultado.

    Teniendo en cuenta todo lo anterior, se antoja evidente un cambio. Veamos cómo puede llevarse a cabo.

    4.- LOS DEPORTES de invasión

    Teniendo en cuenta la clasificación de los deportes de Thorpe, Bunker y Almond (1986) citada en el apartado correspondiente, los deportes colectivos se agruparían en su práctica totalidad dentro de los deportes de invasión (exceptuando el voleibol que es de cancha dividida y el béisbol que es de campo y bate).

    4.1. Un cambio en la enseñanza de los juegos deportivos

    Devís y Peiró (1992) proponen, como la base de un cambio metodológico en la enseñanza de los juegos deportivos, los siguientes aspectos:

    1. El conocimiento práctico en los juegos deportivos: Según Arnold (1991) “una habilidad técnica sólo tiene sentido dentro de un contexto y es dentro de él donde debe aprenderse y donde adquiere significatividad”.

    2. La comprensión de la naturaleza de los juegos deportivos y la toma de decisiones: El alumno no sólo debe preguntarse “cómo” hacer un gesto, sino “qué” gesto y “cuándo”.
    3. El aprendizaje motor en los juegos deportivos: Como afirma Poulton (1957, citado por Devís y Peiró, 1992) “las habilidades deportivas se realizan en un ambiente incierto y en función de la situación, el sujeto debe anticiparse y tomar decisiones”. El aprendizaje de los juegos deportivos debe orientarse, por tanto, a este tipo de habilidades.
    4. Nuevo marco y modelo conceptual: Brenda Read (1988, citada por Devís y Peiró, 1992) propone eliminar una ejecución repetitiva de una serie de habilidades sin preocuparse de cómo encajan en las exigencias del juego, por un modelo donde se destaca la importancia de la táctica, el contexto y la dinámica del juego. En este sentido Moreno Murcia (-----) propone la integralidad como modelo de enseñanza, donde a través de contextos de juego, no sólo se trabaja la dimensión cognitivo-motriz del niño si también aspectos afectivos, sociales, comunicativos, etc.
    5. Los juegos modificados: Se encuentran a caballo entre el juego libre y el deporte, ya que aunque poseen unas reglas de inicio y ofrecen un gran margen de cambio, mantienen en esencia la naturaleza problemática (plantear situaciones problemas) y contextual del juego deportivo estándar.

    Por tanto, resumiendo todo lo anterior podemos afirmar, de acuerdo con la idea expresada por Bruner (1984) que “se exige la comprensión por parte de quién aprende y no la mera realización de acciones que no entiende” (citado por Castejón en Iniciación Deportiva. La enseñanza y el aprendizaje comprensivo en el deporte. Ed. Wanceulen 2003).

    4.2 Los métodos de enseñanza comprensivos en el deporte

    Existen diferentes clasificaciones que pretenden estructurar los diistintos métodos de enseñanzas comprensivos existentes, nosotros vamos a apostar por la propuesta de Devís y Sánchez (1996), tanto por su simplicidad como por su claridad, los cuales como veremos a continuación, distinguen tres modelos bien diferenciados (La enseñanza alternativa de los juegos deportivos: antecedentes, modelos actuales de iniciación y reflexiones finales en J.A. Moreno y P.L. Rodríguez. Aprendizaje Deportivo. Murcia):

    · Modelos verticales de enseñanza centrada en el juego
    · Modelo horizontal estructural de enseñanza centrada en el juego
    · Modelo horizontal comprensivo de enseñanza centrada en el juego

    El modelo vertical, se caracteriza porque se centra en la enseñanza de un único deporte desde el principio, mientras que los modelos horizontales se basan en la enseñanza de principios técnico-tácticos comunes a diferentes deportes. Además el modelo estructural, tiene en cuenta la estructura interna del juego planteando situaciones de menor a mayor complejidad al modificar e incluso eliminar las variables del juego (compañeros, oponentes, móvil, espacio, tiempo, metas, etc.), mientras que el modelo comprensivo se basa exclusivamente en situaciones globales de juego y se centra en los principios tácticos.
    Nosotros, siguiendo la propuesta de Méndez en 2005 en su libro Técnicas de enseñanza en la iniciación al baloncesto. Barcelona. Ed INDE, vamos a apostar por una síntesis de los dos modelos horizontales, que el autor denomina método horizontal comprensivo-estructural. Entendemos que esta propuesta es la que más se ajusta al modelo de enseñanza que queremos promover, de tal forma que partimos siempre de situaciones globales de juego, yendo de lo general a lo particular, haciendo hincapié en los principios tácticos, pero manipulando los elementos estructurales del deporte (compañero y adversarios, móviles e implementos, reglamento, espacio, tiempo, etc.) para favorecer la aparición de las conductas que queremos provocar en el niño/a.
    En este sentido, siguiendo con Méndez (----) en su artículo Efectos de la manipulación de las variables estructurales en el diseño de los juegos modificados de invasión, algunas de estas modificaciones pueden ser: en móviles e implementos; tamaño, peso, forma; en las metas; dimensiones, ubicación, número; en el espacio; dimensión, forma; en los jugadores: número de compañeros y adversarios, sus funciones: etc. Además, en lo que denomina Blázquez (1998) las paradas pedagógicas, planteamos al niño/a cuestiones que le obliguen reflexionar sobre su acción, tales como; ¿Cómo puedo conseguir el tanto?, ¿porqué el pase no ha sido efectivo?, ¿cuál es el mejor espacio al que desplazarme?, etc.
    Todo ello sin obviar la técnica, la cual se trabajará, si fuera necesario, en momentos puntuales mediante la disminución de la incertidumbre táctica (modificando los citados elementos estructurales) con el fin de favorecer la ejecución técnica, aunque entendemos que un trabajo específico de la técnica deportiva no corresponde a la etapa de primaria.

    4.3 Aspectos tácticos y técnicos

    Siguiendo con Méndez podemos destacar como los principios tácticos fundamentales y sus elementos técnicos asociados los siguientes:


    PRINCIPIOS TÁCTICOS
    ELEMENTOS TÉCNICOS
    ATAQUE
    Conservar la posesión del móvil
    Pase, Conducción, Bote, Protección, etc.
    Progresar con el móvil
    Pasar, Botar, Conducir, Driblar, etc.
    Conseguir la meta u objetivo
    Tirar, Lanzar, etc.
    DEFENSA
    Recuperar la posesión del móvil
    Posición defensiva, Desplazamiento Bloqueo del rebote o rechace, etc.
    Evitar la progresión del equipo rival
    Posición defensiva, Desplazamiento defensivo, etc.
    Evitar la puntuación del equipo rival
    Taponar, blocar, etc.